Cristina Martín, también conocida como Princesa Inca, es “poeta, activista, loca orgullosa, mujer guerrera, vida de relato, asidua a las ondas, pionera, valiente…” (entrevista de Patricia Rey). Es autora de La Mujer Precipicio, un libro para dejarnos “paralizados ante la duda inexacta y rara de seguir existiendo”. En sus palabras, "es un libro que lo he querido dedicar a mujeres que tenían una batalla consigo mismas, más que con el mundo, con ellas, mujeres en el límite, como yo. A mujeres como Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik" (entrevista de Rafael Ruiz).
En el año 2012, en La Entrevista del Mes, Cristina nos habla de la locura y sus estigmatizaciones, de las farmacéuticas y los psiquiatras, todo, amenizado con algunas de sus poesías.
Video del canal Xarxa Pro Salut Mental
El poema completo puede escucharse en esta obra realizada en el marco de Taller de Videoarte y Autorretrato. Abajo, su transcripción.
Video del canal Xarxa Pro Salut Mental
A los que se quedaron dormidos en el nunca
No existe la locura
Sino gente que sueña despierta
A los que se quedaron dormidos en el nunca
A los que sueñan sus verdades y se las niegan
A los que tienen mucho miedo y lloran por cualquier cosa
Y se ocultan la cara de vergüenza
A los tímidos
A los solos
A los raros
A los que dudan y dudan y les llaman inmaduros, débiles
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico
A las madres que cojen la mano de su hijo ingresado
Os digo
Que no nos vendan verdades
Que la verdad no existe
La verdad y la razón son creaciones del ser humano
Para doler, para medir
Hay que luchar contra el silencio y la ignorancia
No somos enfermos
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
Que la muestre
Que al muestre
Que la enseñe, si puede
Es mentira, mentira
No existe
A los que llevan cicatrices por haberse rajado las venas
A los que consiguieron no rajárselas
A los que están paralizados de angustia
Paralizados para ser, amar, soñar
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles
No escuchéis la voz de los que viven solo para tener
A los que por ansiedad fuman dos paquetes diarios
A los que no son sociables
Ni aptos
Ni lúcidos
Ni extrovertidos
Ni empáticos
Ni asertivos
Ni normales
A los que nunca superarán un test psicotécnico
A los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío
A los que están atados ahora a una cama y no nos oyen
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
Y pidieron alguna vez consejo al que llamaron esquizofrénico
A los que tenemos certificado de disminución y leemos Lorca y a Nietzsche y lo que haga falta
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre
A los que atravesamos cada día el túnel
Agarrados, aunque sea, a las paredes negras
A todos los que saben o quieren escucharnos
Y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis, estudios y estadísticas
A los psicólogos que dan besos
A los que ya hemos transitado por el infierno y el cielo
Y no queremos volver más allí
Y sobre todo a todas esas pupilas dilatadas de tanta química
Que miran aturdidas y absortas
Pero tienen la luz más hermosa
A todos os digo
No existe la locura
Sino gente que sueña despierta